LΨsmar, Centro de Psicología.
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Centro Adaptado para personas con movilidad reducida
Azucena de Frutos Dios - Doctoralia.es

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Aten. Psicól. Covid-19: Cuidar también con la palabra

Blog dedicado a acercar el mundo de la psicología  a la realidad que tod@s y cada un@ de nosotr@s tenemos en nuestras vidas. Un espacio donde poder aprender, crecer, conocernos y sobre todo reflexionar desde un enfoque objetivo, serio, directo y ajustado siempre a nuestro micro mundo. Sin dar largos paseos que nos alejen de lo cotidiano y lo práctico. Sólo enfocándonos en lo que realmente nos sirve, en lo que importante para nosotr@s, en lo que nos ayuda de verdad. 
Bailando con la psicología pretende poner un trozo de psicología en tu vida, de la misma manera que hay siempre una canción para cada momento.  
¡Te invitamos a que busques tu canción y bailes!

Azucena De Frutos Dios • 1 de abril de 2020

Cuidar también con la palabra.... a nuestros mayores. 

          Estos días están siendo fechas en las que nuestros mayores desafortunadamente están siendo unos de los protagonistas de esta pandemia que nos inunda. Poco tiempo se dedica en los medios para ensalzar la labor que ejercen en esta sociedad, desde su ejemplo, desde su apoyo familiar como flotador económico, desde las iniciativas altruistas que tienen dentro de muchos voluntariados, o de su incondicionalidad inalterable. Por contra, nadie les ha enseñado a adaptarse a los cambios que el paso de los años les ha derivado. Así como, poca atención se presta a las necesidades psicológicas que tienen los que se encuentran en confinamiento. 
         El confinamiento no solo viene acompañado de "poca compañía" o soledad, sino de cataratas de información entrando sin filtro en las casas de muchos mayores. Cualquier noticia normalmente siempre la reciben desde una mayor indefensión, desde un menor filtro y magnificadas desde la repetición del impacto con el que en muchas ocasiones se exponen. 
     Desde aquí os invito a que acompañéis también desde la palabra, vuestra palabra, invitándoles a que limiten las horas de exposición a las noticias, dotándoles de algún recurso alternativo. Muchas veces con comprobar que siguen asintomáticos en sus casas, ya nos conformamos. Hay que cuidarles en el afecto, en la palabra, en los límites que son más que recomendables que pongan para poder adaptarse mejor a estos días, y sobre todo, para evitar conductas y estados emocionales productos de una sobreexposición a la noticia. Si para nosotros están siendo complicados estos días, para ellos también, sabiéndose indentificados con la realidad. Amenicemos las llamadas, realicemos viedollamadas si disponen de dispositivos que lo permitan, invitémosles a que vean películas, series o documentales que les puedan interesar, pasatiempos, cálculo, algún ejercicio físico que puedan incorporar dentro de la rutina, que estén envueltos mientras "hacen" de música que les ha agradado siempre, que realicen alguna manualidad inacabada....cualquier tarea siempre les será bienvenida, máxime si entra en un orden para conformarse en rutina. 
        Os invito a que no nos quedemos con la superficie y que les cuidemos desde dentro. Ojalá esta realidad por la que la sociedad está pasando, nos ayude a darles el sitio que les corresponde y les atendamos, como lo que son, un pilar fundamental... ahora, ayer y siempre. 

Conoce mi trayectoria
Por Azucena De Frutos Dios 29 de marzo de 2021
¿Quién te ha enseñado a sentir como sientes?, ¿a expresar tus sentimientos como lo haces?, ¿a interpretar las expresiones emocionales de las personas que te rodean?. ¿Eres de los que se arriesgan a que les hagan daño por el mero hecho de querer abiertamente, o siempre priorizas tu protección?, ¿cuando quieres, solo quieres una parte de la persona o la quieres en su totalidad?.... Las preguntas podrían ser tantas como circunstancias sociales nos encontremos. Los sentimientos nos envuelven allá donde vayamos. Una simple situación nos puede producir una emoción de agrado o de incomodidad, o la anticipación de la misma una ilusión. Y si a las situaciones les insertamos las personas, las emociones son sencillamente esenciales. A pesar de que pueda parecer sencilla la respuesta, esta está envuelta en muchos matices que hacen que sintamos como lo hacemos. Desde que nacemos evolutivamente, necesitamos sentirnos seguros para madurar en la adquisición de las habilidades y conocimientos correspondientes a nuestra etapa y, para madurar en nuestra personalidad. Esto se consigue siempre que tengamos un entorno en el que nos sintamos protegidos, estables, queridos. Donde tengamos unos referentes y estos a su vez, nos sean predecibles en sus decisiones y comportamientos. Sin grandes sorpresas, sin grandes decepciones... Referentes que nos enseñen a confiar en nosotros mismos, demostrándonos que ellos mismos también creen en nosotros y las capacidades que estamos adquiriendo. Sentirnos queridos, en esas primeras etapas viene irremediablemente unido al crecimiento de nuestra autoestima. Nos enseñan a que nos quieren como somos, sin condiciones. Confiando en nosotros, a la par que nosotros vamos demostrando ser responsables y que hemos adquirido la habilidad en concreto. Referentes que nos demuestran verbal o conductualmente que los sentimientos siguen inalterables, a pesar de lo que pueda estar sucediendo. Estamos aprendiendo a que nos quieran incondicionalmente, de una manera explícita, o "teniendo que suponer" que se nos quiere. Y además, lo suelen protagonizar no solo nuestros referentes en la infancia, sino también todas y cada una de las personas que aparecen a lo largo de nuestras vidas: padres, amigos, parejas,... Querer se aprende, se siente, se imita y se es. Si estamos familiarizados con una forma de demostrarlo, es probable que nosotros lo expresemos igual. Si por defecto, nos hemos dado cuenta de la ausencia de determinadas demostraciones, quizás nosotros seamos la excepción que rompe esa norma con los nuestros. Sea cual fuere el punto de partida, y todas las personas que pasan por nuestras vidas para enseñarnos a querer-nos, querer se fundamenta en la necesidad de aceptar sin condiciones, al otro y a nosotros mismos, para a partir de ahí, expresar y gestionar esa relación desde una actitud adaptativa. Solo si te quiero a partir de ahí, gestionaré "mejor" mi relación con esa madre que tiende a "exigirme" tenga la edad que tenga, y podré tomar una decisión definitiva con esa pareja que ha excedido determinados límites personales que puedo tener.. Querer es dar, no poseer. Querer es aceptar, no esperar. Querernos es respetarnos desde la autoaceptación incondicional. Querer es no querer cambiar al otro. De ahí, que saber cuál es el evolutivo emocional que tengo me pueda a ayudar a entender mi forma de relacionarme con mi entorno, de educar a mi hijos, de entenderme a mi mismo y cómo gestiono muchas situaciones donde los sentimientos me puedan desbordar. Mi "pack emocional" se sustenta sobre una base construida sobre cada experiencia emocional que he tenido, desde cómo me han querido, qué he superado, como he crecido "emocionalmente", o qué se ha "enquistado o hermetizado" en el tiempo. Que cuidemos nuestras emociones, que le demos el espacio y el lugar que le corresponde es fundamental para tener relaciones "sanas", pasadas, presentes y futuras, y para conseguir esa serenidad en muchas ocasiones necesaria para vivir. Te invito a que bucees en ello, para que "te comprendas" quizás un poco mejor.
Por Azucena De Frutos Dios 7 de noviembre de 2020
Todos los que montamos en bicicleta hemos tenido una primera etapa en la que "nos acompañaron" en el aprendizaje, en la que nos ayudaban a mantener el equilibrio corriendo junto a la bicicleta, en la que nos ilusionó vernos veloces sobre la misma y en la que nos enfrentamos a nuestra primera caída. Caída que hizo que esa ilusión de vernos sobre la bicicleta se apagara de repente, teniendo que enfrentarnos por primera vez a "me monto y sigo adelante o permito que el miedo del dolor que estoy sufriendo en ese momento, me bloquee y aplace el momento de volver a montar". La idea es hacerlo inmediatamente después si las heridas lo permiten, no dejando que el miedo dirija mi decisión, pero eso sí, ajustándome a la prudencia. A partir de esa primera caída, a partir de ese dolor que de repente rompió mi ilusión, mi instinto de supervivencia me hace anticiparme para protegerme. Me recuerda que montar en bici también duele. Que no todo es ilusión y diversión. Cuando nuestro mecanimo de adaptación se ajusta adecuada y eficazmente, retomo la bici disfrutándola sin dejar de ser prudente. Cuando ese mecanismo está bloquedado por la intensidad del dolor, por el tipo de lesión que me he hecho y sus consecuencias, y / o porque el miedo a volver a sentirlo me bloquea, la bici corre el riesgo de quedar aparcada en un rincón o, de que yo comience a generar "ansiedad anticipando" ....que me tendré que volver a montar y que es probable que "vuelva a sentir ese dolor"... de que vuelva a caerme. Esa ansiedad anticipatoria que puedo empezar a desarrollar, es el escenario con el que muchos profesionales que están en primera línea de batalla contra la Covid, tienen en esta etapa todos y cada uno de los días que van a trabajar. "Ver venir" realidades como las vividas en los meses más duros de la pandemia, exige de esos profesionales un extra en recursos personales que no todos han tenido tiempo para reconstruir. Esta ansiedad favorece visualizar, recordar, re-vivir con detalles, circunstancias, sensaciones, "datos", todo lo vivido y no "cerrado" hace meses. De vital importancia es, cuidarles fuera del contexto laboral. Favorecer que se encuentren protegidos, cuidados, distraídos, queridos.....El encuadre socio-familiar que tengan será determinante en muchas ocasiones para que puedan gestionar de una manera más adaptativa esa ansiedad previa a enfrentarse a sus día a día. Disponer de un entorno con mayor compresión, mayor empatía, mayor respeto a los espacios individuales, son determinantes para una adecuada adaptación a esta etapa. El entorno también necesita ser cuidado....todos necesitamos cuidarnos y ser cuidados en estos días, pero unos no quitan de otros. Todos, ahora más que nunca, debemos mostrar músculo para seguir "empujando" junto a los nuestros. Y aunque haya momentos en los que no entendemos o nos resulta difícil comprender gestos, comentarios o conductas, hay que hacer un sobre-esfuerzo por no entrar en la confrontación y favorecer que haya la mayor estabillidad posible dentro de esa relación y / o convivencia. Todos llevamos viviendo 8 meses de incertidumbre, confusión, miedo e inseguridades. Y a todos nos está afectando de un modo u otro. De ahí la obligación de no "desajustarnos de la realidad en la que nos encontramos todos" al gestionar cualquier tipo de circunstancia que se pueda dar, ayudándonos de información objetiva que nos ayude a comprender y empatizar con nuestro entorno, que en definitiva, en "nuestro micro-mundo", que es en realidad nuestra realidad.
Por Azucena De Frutos Dios 20 de octubre de 2020
Protege tu salud mental frente a la Covid, analizando tu patrón de juego: Si "sientes querer" jugar todos los días, pregúntate si quieres o si necesitas hacerlo. Si te cuesta parar de jugar, pregúntate si la necesidad de comprobar si eres capaz de "superarte o superar a tus compañeros" es más fuerte que lo que tienes que hacer si paras. Si suele haber problemas diarios para ponerte con tus "obligaciones" antes que con ponerte a jugar, pregúntate a qué puede ser debido. Si te "sientes libre" cuando sabes que no va a haber nadie (adulto) que pueda comprobar, limitar o cuestionar tu tiempo de juego, pregúntate por qué. Si en algún mi momento has pensado que podrías "pasar sin comer/cenar" mientras estás jugando, pregúntate si es una consecuencia ajustada a un orden dirario. Si se agolpan en tu cabeza repetitivamente jugadas que podrías hacer, pregúntate si esa visualizaciones sustituyen otras relacionadas con tus responsabilidades. Si has optado por no salir con tus amigos o familia, por jugar, pregúntate si tienes una distribución de tiempo ajustada a tus realidad. Si consideras como tus "amigos" los compañeros de juego, porque chateas con ellos mientras lo haces, pregúntate si en verdad les conoces lo suficiente como para considerarlos así, y si el medio es el adecuado. Si te sientes más "seguro" relacionándote con personas por medio del juego, pregúntate por qué puede estar sucediendo eso. Si en tu casa en alguna ocasión han demandado de tu presencia, pregúntate y cuantifica el tiempo real que estás delante del ordenador. Si solo te motiva jugar y ganar, pregúntate si es lógico que ninguna de las otras cosas y personas que componen tu vida ocupen un lugar importante. Si has pensado en algún momento poder jugar con dinero, pregúntate cuál es el motivo real por el que vas a comenzar a hacerlo. Si has jugado con dinero, pregúntate si "ganar" alguna vez, merece la pena asumir poder llegar a perder la confianza de los tuyos. "Todo" en su justa medida se puede disfrutar, pero si no lo abordamos desde la seguridad en nosotros mismos y en el convencimiento de que quien controla nuestro comportamiento somos SOLO nosotros mismos, las circunstancias nos desbordarán y "manipularán". SE DUEÑO SIEMPRE DE TÍ MISM@!! Y recuerda pedir ayuda si "dudas" de algo que te pueda estar pasando. Una duda resuelta a tiempo, siempre puede evitar un tratamiento posterior.
Por Azucena De Frutos Dios 26 de septiembre de 2020
Frente a la incertidumbre, PRESENCIA. Frente al futuro, PRESENTE. Frente al mañana, DÍA A DÍA. Frente al Macro, NUESTRO MICRO. Frente al a Globalidad y Generalidad, NUESTRA REALIDAD INMEDIATA Y DIRECTA. Frente a la búsqueda de "la regla Mágica", una DECISIÓN VIABLE. Frente al deseo, REALIDAD. Frente a la impaciencia, CONSTANCIA. Frente al vacío, OCUPACIÓN. Frente al puedo, EL DEBO. Frente al control, ADAPTACIÓN. Frente al dolor, ACEPTACIÓN. Frente a la pasividad, ESTIMULACIÓN. Frente a las dudas, UNA CERTEZA. Frente a la sobreinformación, LIMITACIÓN Y SELECCIÓN. Frente al agotamiento, LEALTAD A UNOS MÍNIMOS...NUESTROS MÍNIMOS. Frente al desgaste, ajuste a nuestra realidad vivida. Frente a la incomprensión, RELATIVIZAR. Frente a la explosión, APLAZAMIENTO. Frente a la sociedad, el YO. Lávate las manos, pero CON TIENTO, NO CON EXCESO. Cuída tu distancia social, pero NO TE AISLES. Limita tus movimientos, pero NO TE PARALICES. Limita la expresión de tus emociones, pero SÓLO FÍSICAMENTE. Piensa para decidir, no para aplazar. Haz con planificación, pero NO con un orden exhaustivo. Cuestiona, pero adaptándote. Piensa por ti mismo, sobre tu realidad, con respeto y adaptación hacia la misma. ADÁPTATE A CADA CAMBIO DIARIO, AJUSTÁNDOTE A LA REALIDAD, focalizándote en lo positivo que seg uro posees.
Por Azucena De Frutos Dios 19 de agosto de 2020
Nos encontramos a pocas semanas para que de comienzo el nuevo curso escolar 20 / 21. Curso envuelto en incertidumbre o miedo por parte de padres, "pulso profesional" dado que las circunstancias están demandando lo mejor de las habilidades pedagógicas de nuestros profesores, así como una gran capacidad de adaptación a escenarios que nunca antes se habían planteado. En el mundo de la educación, así como en todas las áreas sociales, esta pandemia está ayudando a "que saquemos lo mejor que tenemos" a base de esfuerzo y sorpresas para uno mismo. Nuestros menores también pertenecen a esta sociedad y también han mostrado lo mejor de ellos, exponiendo la gran capacidad de adaptación que poseen. Pero no por ello, este nuevo curso lo enfocan desde la tranquilidad como otro curso cualquiera. Ellos también han oído noticias, datos, también están aplicando medidas de distanciamiento con sus amigos, se les ha negado la posibilidad de relacionarse como hasta marzo, están pendientes de sus mascarillas, del gel…...y lo que es más importante, han oido y vivido las opiniones y los miedos de sus familias. En función de su etapa evolutiva todos esos factores han sido más o menos procesados, pero en cualquier caso les ha influido. Ahora enfocan el inicio del curso desde la soledad de la protección de esos padres que les han "estado protegiendo " durante todos estos meses….día y noche durante casi 6 meses. Partiendo de este escenario, entiendo importante tener presentes determinadas recomendaciones para evitar cuadros de ansiedad, fobias, rechazo social...entre otros en nuestros menores, dado que son siempre el bastón más débil e indefenso por su propia naturaleza evolutiva: 1.- La primera se escapa quizás del control de las familias, pero creo importante su mención para comprender y anticiparnos a posibles conductas de nuestros menores. Comenzar con certeza, fiabilidad y estabilidad. Se tome la decisión que se tome, la estabilidad y la constancia en la misma ayudaría a que los menores se adaptaran a las nuevas circunstancias en las que se van a encontrar sus entornos escolares. Y si fiabilidad no se puede tener, sería recomendable seguir una estrategia progresiva, de menos a más, pero segura y firme. Con intervalos de tiempo no demasiado cortos y siempre informando antes al menor del siguiente paso a seguir para que no perciba caos y mayor incertidumbre e indefensión. 2.- Las familias siempre han de disponer de toda la información de cada paso a seguir ANTES de que suceda, para que también desde casa transmitan control y seguridad al menor. En este caso, el menor que necesite matizar información recibida en otras fuentes siempre podrá hacerlo desde sus referentes en casa. 3.- Dependiendo de la etapa evolutiva y la madurez individual de cada menor, la información que les llegue será procesada a un nivel más completo o no, pero SIEMPRE la estarán procesando. Es decir, todo lo que el menor ve y escucha en casa le está afectando. Si ve a sus padres nerviosos, con miedo, enfadados….solo favorecerán que ese menor cuando llegue el momento no quiera incorporarse a clase. O, en el mejor de los casos, acuda con ansiedad que entorpecerá el proceso de adaptación. 4.- Favorecer un ambiente en el hogar de serenidad, centrando el curso en los contenidos escolares, la motivación por empezar de nuevo han de estar siempre presentes, aunq no con la misma intensidad que normalmente. 5.- Siguiendo la pauta de estos meses, hay que "satisfacer" sus necesidades sociales con contactos por videollamada. Hablar tranquilamente con sus amigos antes de dar comienzo el curso y en los primeros días, puede ayudarles a tomar contacto con las afinidades que mantenían con sus amigos, aspecto que les centrará en focos de interés propios para sus edades. 6.- Estar especialmente atentos a las conductas es también muy importante. Si el menor no descansa, come más o menos o tarda mucho más en comer, si están mas demandantes de atención….pueden ser inicialmente conductas propias de la inestabilidad del cambio por el que están pasando o, el inicio de cuadros diagnósticos más serios. No debemos olvidar que el menor no dispone de recursos para identificar claramente lo que le pasa y por qué le pasa. Respetar un espacio para hablar y/o jugar todos los días con ellos, se hace especialmente necesario. En dichos espacios, el menor acabará compartiendo lo que le sucede y siempre se podrá intervenir a tiempo sobre sus inquietudes. 7.- La paciencia siempre es clave en la educación y en estas circunstancias más. No podemos esperar que los niños no se vean afectados por todo lo sucedido. Hay que ayudarles y entender que su comportamiento no puede ser igual de "bueno" que siempre. Hay que ser más pacientes y hacer uso y "reuso" de la comunicación en todas sus vertientes. 8.- Los adultos deben estar bien para atender las inquietudes de los menores. De ahí la especial importancia que tiene tomar conciencia de cómo se encuentra el adulto para corregirlo, hacer una consulta con un profesional a tiempo, y no exigir a los menores lo que el adulto no puede alcanzar. El menor tiene derecho de ser menor. El adulto es el que tiene la responsabilidad y obligación de saber gestionar o aprender a hacerlo. 9.- Hacer más explícitos y sencillos los canales de comunicación entre centro educativo y familias. Una información bien gestionada siempre reduce inestabilidades y conflictos innecesarios. El trabajo sería recomendable que fuera como un gran equipo al que pertenecen educadores, centro escolar, familias y menores. Donde el objetivo que nos une a todos es el menor. En conclusión, estas semanas previas deberían enfocarse en dotar de un entorno de seguridad "más seguro" si cabe para nuestros menores, atendiendo sus necesidades, e intentando con naturalidad hablar todo lo que vaya aconteciendo. Ajustándonos a la realidad tal cual es, ni magnificada, ni minimizada. Si trabajamos en equipo, con responsabilidad, sin competencias entre nosotros y con una estrategia estudiada y firme, poco a poco avanzaremos en todas y cada una de las etapas por las que tengamos que pasar en esta pandemia. Mucha fuerza a tod@s!
Por Azucena De Frutos Dios 30 de mayo de 2020
El Covid no está enseñando muchas cosas, y en estos momentos, a adaptarnos a una nueva etapa. Si deseas ahondar más, lee este post.
Por Azucena De Frutos Dios 25 de mayo de 2020
El miedo está siendo un compañero de muchas personas en estos días. Si quieres saber algo más al respecto, te invito a que leas este post.
Por Azucena De Frutos Dios 26 de abril de 2020
La salud mental post-covid va a ser determinante para retomar una normalidad y recuperar nuestras rutinas. Este post te indicará pistas a tener presentes.
Por Azucena De Frutos Dios 11 de abril de 2020
Si estás empezando a notar que ya no sirve huir de tí mismo, o que empieza a haber cosas que te estás limitando en tu día a día más de lo normal, sería conveniente que leyeras esto.
Por Azucena De Frutos Dios 29 de marzo de 2020
Es momento de CREER. Los días que nos ocupan en la actualidad, las circunstancias que nos envuelven, las noticias que nos emborrachan de negatividad, los datos que nos empapan de miedo, las decisiones que nos hacen sentir pequeños, indefensos e impotentes, la tristeza que nos encoge por dentro cuando vemos determinadas imágenes o nos imaginamos la soledad de muchos y de tantos en estos días. Todo ello, entre otras muchas cosas nos hace sentir una gran decepción . Decepción con todo y con nada. Decepción contra todos y contra nadie. Las "crisis de fe" en nuestra estructura moral o en nuestra estructura de fe se hacen patentes en estos días. Nos cuesta creer en los que nos dirigen, nos cuesta creer en unas ideas, nos cuesta creer en "un sentido de justicia", nos cuesta creer en lo que siempre hemos creído. Son días de reflexión para con nosotros mismos, para con la vida. Son días para tomar conciencia de que en un segundo todo a nuestro alrededor puede cambiar aunque no se esté preparado para ello. Pero...... finalmente nos adaptamos. Nuestro instinto de supervivencia hace que nos superemos a nosotros mismos desde la realidad que nos toque vivir. Bien desde la primera línea, abordando realidades durísimas que nos parten en trozos por dentro por mucha profesionalidad y experiencia que se tenga, o bien desde nuestro micro-mundo creado en nuestro cómodo hogar. Estamos preparados porque en nosotros mismos está nuestra verdad. En nosotros existen herramientas y recursos que jamás habríamos creído que teníamos. Nosotros somos los que en momentos como los de ahora, no nos permitimos bajar la guardia. Somos más de lo que nos creemos, porque sabemos que hay alguien que nos está necesitando. Alguien por quien luchar, alguien que depende de nuestra fortaleza oculta. "El bien común", el paciente al que se atiende, o el hijo para el que en estos días soy más referente que nunca". Nos superamos, nos "rehacemos", nos superamos día a día aunque sea de un modo imperceptible para nosotros mismos. Quiero con estas palabras romper una lanza por todos y cada uno de nosotros y por la fortaleza que todos llevamos dentro . Estos momentos si de algo nos están sirviendo es para darnos cuenta que SIEMPRE DEBEMOS CREER EN NOSOTROS MISMOS , porque nosotros y lo nuestro merece la pena. Siempre enfocándonos en cosas ajenas a nosotros, haciéndonos depender de lo que nos rodea, cuando muchas veces por muy adversa que sea la realidad, podemos superarnos y hacer que algo por pequeño que sea cambie. Puede que no acabe siendo suficiente en muchos momentos, pero no debemos olvidar que sin eso que hemos hecho, las cosas quizás habrían sido peores. Las circunstancias, el entorno nos empujará hacia la impotencia, la frustración y la injusticia, pero nunca deberíamos permitir que eso nos oculte lo que somos y la fortaleza que llevamos dentro. CREE EN TÍ, cree ahora y cree siempre, porque ese es el verdadero sentido de tu vida, y lo que nos ayuda en momentos como el de ahora, a tener un pilar firme sobre el que apoyarnos. GRACIAS.
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